La conmemoración de este día nos recuerda que aún queda mucho por hacer para que miles de niñas y niñas en todo el mundo pueda disfrutar de su derecho a una vida libre de explotación sexual.

 

Hoy se conmemora el Día Mundial contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños, una fecha que nos recuerda que miles de niños, niñas y adolescentes, hoy en día, en cualquier parte del mundo, son víctimas de redes criminales organizadas e individuos que las mantienen en situaciones de esclavitud, violando sus derechos y su dignidad.

Hacer frente a esta problemática no es tarea fácil, y a pesar de los importantes avances acometidos, aún queda mucho por hacer.

A todos los efectos la explotación sexual supone una vulneración de los derechos de la infancia y la adolescencia, donde la niña o el niño es tratado como un objeto comercial y sexual, que puede comprarse, utilizarse y desecharse.

Sin embargo, y a pesar de la evidencia, la explotación sexual infantil sigue considerándose una problemática residual en nuestro país. Los datos oficiales hablan de centenares de victimizaciones al año que afectan a la infancia y la adolescencia relacionadas con esta problemática. Y más allá de los datos, lo que nos encontramos es el sufrimiento estos niños y niñas que se ven abocados a la explotación sexual: niños y niñas seducidas a través de ofertas de trabajo que generan deudas ficticias y que son obligadas a saldarlas a través de la prostitución, niñas y niños en situación de calle o con historias de partida de alta vulnerabilidad, empujadas a la prostitución para poder sobrevivir, niños y niñas abusadas sexualmente y grabados en vídeo para luego distribuir y comercializar esas imágenes en la Red.

Visto lo anterior, la primera conclusión evidente es que los esfuerzos para combatir esta problemática van por detrás de la propia evolución de la misma, lo que hace necesario la toma de medidas urgentes que incidan en la prevención y la sensibilización, la persecución de las personas explotadoras y agresoras, y la protección y restitución de los derechos de niños y niñas; en definitiva, la construcción de una estrategia que permita un abordaje integral de la explotación sexual de la infancia y la adolescencia en cualquiera de sus manifestaciones y que sitúe en el centro de la misma a niños, niñas y adolescentes.

Desde FAPMI-ECPAT España hacemos un llamamiento a todas aquellas administraciones, instituciones, organizaciones, etc. a sumar esfuerzos en la lucha y la erradicación de esta terrible lacra social.